La palabra matrimonio proviene del latín matrimonium, derivada de la
unión de los vocablos mater (“madre”) y monia, un término que se usaba
para referirse a situaciones ceremoniales o legales, como en
patrimonium (“patrimonio”, o sea, la herencia que el padre deja al
morir). Este término se empleaba en la Antigua Roma para referirse al
derecho de una mujer de ser la madre legítima y reconocible de los
hijos de un varón, lo cual le confería el estado de casada (no
disponible) y el derecho a heredar los bienes que dejara su marido al
fallecer. Además, suele considerarse que el matrimonio es la base de
la sociedad. Esto se basa en la idea de que cualquier sociedad humana
tiene como fin la perpetuación de la especie y la protección de las
generaciones venideras. Para lograrlo se propone la unión
matrimonial.
¡Felicidades y Amor Eterno!